martes, 4 de marzo de 2008

Hay mejores alternativas

Hay mejores alternativas que el decreto guardado por oportunismo electoral en el cajón del Consejo de ministros, para regular la confidencialidad de la mujer que aborta -fomentar el aborto en sí mismo-. Mucho mejores que la de reunirse con clínicas del aborto que están en procesos judiciales y prometer una ley de plazos. Defender la vida del no nacido multiplica su valor si lo hace una mujer en vez de un hombre; lo hace exponencialmente si esas mujeres tiene un reconocido prestigio en sus ámbitos de actuación. Todo eso coincide al aglutinarse en un manifiesto firmas de personas como Cristina López Schlichting, Blanca López-Ibor, Isabel San Sebastián, Magda Salarich, MaríaVallejo-Najera o Isabel Estapé, hasta casi el centenar. Desprotección y abandono de la mujer ante el aborto es otro tipo de violencia doméstica social ante la que el Estado mimetiza al romano Pilatos. Peor aún, muchos políticos pro y gubernamentales hablan de ser un derecho de la mujer. El derecho al aborto no es un derecho, al no ser concebido el derecho a mataren la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. No lo es tampoco para estas valientes mujeres. Hay mejores alternativas para el aborto, que la protección de estas mujeres que desconocen las consecuencias psíquicas y para su salud. Infinitamente mejores alternativas que los electoralistas 2.500 euros prometidos para los nacidos, que habrán salido vencedores de la ruleta rusa del aborto.

José Carlos Navarro Muñoz
Mérida

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