miércoles, 12 de marzo de 2008

Leo en un diario castellano -leonés, la noticia sobre una niña de 16 años con siete hijos. Lo que da es pena de la poca formación que ha recibido tanto en su casa como en los colegios y sociedad donde se mueve ( quizá la haya recibido y no la ha sabido aprovechar). Como profesora me digo: Ojalá todos nos empeñáramos en cambiar esta sociedad empezando por nosotros mismos, contribuyendo en la educación de niños y jóvenes, enseñándoles a vivir unos valores morales que dignifiquen a la persona y no la hagan marioneta del ambiente. Esta chiquita si hubiera estado bien formada, con una buena educación afectivo-sexual además de moral y religiosa, no habría empezado a tener relaciones sexuales tan temprano y cada vez con una persona. Yo conozco una juventud bien formada y distinta de la que siempre o casi siempre es noticia: una juventud sana que vive con valores, con otras diversiones que no son ni sexo ni alcohol, más feliz porque se sabe controlar. Pero claro, esta juventud que yo conozco se ha formado enf amilias, colegios e instituciones que tienen el apellido de "religiosos" (también hay familias no católicas que comparten estos valores). Eduquemos para prevenir, para ser personas, para vivir como Dios manda.

Pilar Esteban
Valladolid

No hay comentarios: