martes, 22 de abril de 2008

Remite D. Miguel Rivilla.

(Te remito esta carta que juzgo de gran interés.Puedes difundirla entre tus amistades. Un abrazo. Miguel.)
Sr. Director: El laicismo pretende excluir de la vida pública los principios religiosos, extirpar de la sociedad la influencia del catolicismo, poner trabas al hecho religioso, desprestigiarlo, excluirlo mediante la asfixia económica (negación de fondos públicos, cuando sí se conceden a variopintas asociaciones cinematográficas, culturales, políticas o sindicales). Por tanto, el laicismo es una confesionalidad agnóstica que se impone a la sociedad mediante diversos programas, películas, programas ideológicos y medios de comunicación afines a la causa gubernamental, que en España son abrumadoramente socialistas.
El laicismo actúa en los niños mediante la imposición como asignatura obligatoria de Educación para la Ciudadanía. La propaganda anticatólica,incluso blasfema ha aumentado en los últimos años, al tiempo que se atiza con dureza todo lo que huela a cristiano. Se descalifican las intervenciones de los obispos en asuntos de la vida pública con carácter moral como"injerencias" o "intento de imponer sus ideas", e incluso se llegó a decir que los obispos pedían el voto para el PP. Sólo leer los textos de lasintervenciones, que aparecen en la web de la Conferencia Episcopal desmiente la acusación.
Olvidan los adalides del laicismo que cuando se habla no se impone, y que los prelados, como cualquier persona, tiene derecho a expresarse sin ser ofendido gravemente por ello, como hacen los laicistas extremistas.Me pregunto: ¿no impone el Gobierno sistemáticamente su ideario a los demás mediante sus leyes y medios de comunicación adeptos a su causa, haciendo ejercicio de su autoridad?La Constitución dice que España es un Estado aconfesional, donde caben todas las religiones. El laicismo es una doctrina ideologizada que en nada beneficia a la convivencia, pues sus ideales son excluyentes, no integradores.
Antonio Quiroga Fortún

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