miércoles, 6 de febrero de 2008

Jesucristo, el teatro y los best-sellers

Son miríadas las obras escultóricas, pictóricas y literarias que han escogido, a lo largo de la historia, a Jesucristo y su entorno como tema de inspiración. Sólo, últimamente se ha dispersado algo de su unción entremezclando verdades con falsedades y haciendo de su figura algo aberrante que más que atraer, repele. Jesús vino al mundo para salvarlo, su misión está lejos de relaciones carnales y menos aún de afán de poder. "El que es" no pretende imponer a nadie su bien, sino conquistar. Su tesón por informar de su doctrina no entraña el desprecio hacia los que le rechazan porque ellos mismos se descartan para el Cielo. Los artistas que quieren lanzar al mundo una imagen tergiversada del "Dios con nosotros" evangelizan para el Diablo y se buscan la perdición eterna. Que la belleza del artista sirva para recomponer la imagen del Dios que puso la Tierra como estrado de sus pies.
Clara Jiménez

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