lunes, 11 de febrero de 2008

Vuelven las sotanas.

Los curas jóvenes vuelven a vestir de sotana. Atrás quedaron los que se sentían acomplejados por llevarla, atrás los que la consideraban rudimentaria, obsoleta, propia de mentes serviles en obediencia a las normas de la jerarquía. Y este hecho sólo puede significar una cosa: los nuevos sacerdotes están en mayor concordancia con la alta misión para la que les eligió Jesucristo, y más ahora que se recrudece la persecución clerical, y suscita ataques inverosímiles desde el gobierno que nos impone callar a todos y guardar nuestra fe como un pañuelo en el bolsillo. La sotana es el símbolo por antonomasia del amor de Dios a esos hombres que les priva a sí mismos de su yo para entregarlo al bien eterno de las almas.
María Ferraz.

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