Miércoles de Ceniza

A pocos les suena ya el Miércoles de Ceniza que da comienzo a la Cuaresma, tiempo de introspección, de mirar atrás y de emprender con nuevos aires el futuro. La vida pasa pronto y hay una misión que cumplir, pero nuestras obligaciones ahogan el hálito espiritual que emerge de nosotros con algún noble motivo para perderse después en la lejanía del horizonte. Hoy, Jesucristo nos condona las culpas del pasado y recoge los buenos propósitos. La Cuaresma pasa llamando a la conversión: sólo unos pocos acogerán esta invitación y se harán sabios a los ojos de Dios. Los demás mirarán con indiferencia este tiempo de preparación que Jesús tomó para iniciar su vida pública. Cuánta más preparación necesitaremos nosotros para hacernos dignos de entrar en la Vida que no termina.

Lucía Rivera