lunes, 11 de febrero de 2008

"No nos fusilen de nuevo", artículo publicado en prensa.

(Hace unos días conocíamos la noticia de que la alcaldesa de la Pobla de Vallbona anunció una "limpieza" de calles relacionadas relacionadas con José Antonio Primo de Rivera y la Falange por ser "franquistas".

Tales absurdas acusaciones han sido rebatidas por Jesús de Paredes Teruel,Responsable Territorial de FE de las JONS en la Comunidad Valenciana, enun artículo que ha sido publicado en el diario El Mercantil Valenciano. )

En su edición del miércoles seis de febrero hepodido leer que de nuevo se airea la noticia de que en algún municipio seestá llevando a cabo, por parte de las autoridades municipales, la tarea de eliminar determinados nombres de calles y plazas para adaptarlos a los tiempos que corren.

El último ejemplo es el de la Po­bla de Vallbona, cuya alcaldesa haanunciado la medida de quitar algún o algunos nombres relacionados con laFalange y con José Antonio Primo de Rivera. Esta alcaldesa, recordémoslo,lo es por el Partido Popular, partido al que por lo visto le molesta verel nombre de José Antonio Primo de Rivera o de Falange Española en elcallejero de los pueblos donde gobiernan.Resulta paradójico que los herederos del franquismo, la derecha española,hoy encarnada por el PP (recordemos cuando Aznar afirmó que «no había nada a su derecha»), sea la encargada de borrar los presuntos vestigios de la dictadura del general Franco.

Falange Española de las JONS fue un movimiento joven que daba sus primerospasos cuando estalló la guerra civil. Fue masacrada por la izquierda en checas, cárceles y paredones en la zona republicana. En la zo­na franquista (llamada así pues allí mandaba Francisco Franco, aquel general que nombró ministro a don Manuel Fraga y donde muchos de los dirigentes y miembros del PP ocuparon car­gos de responsabilidad) nuestro movimiento fue decapitado y usurpado por el dictador. Nuestro jefe nacional, Manuel Hedilla, fue condenado a la pe­na de muerte y otros muchos falangistas que se opusieron a la manipulación y a la utilización de nuestra imagen y de parte de nuestro ideario acabaron en los paredones, en las cárceles o en el destierro.

Sin ir más lejos, puedo citar los nombres de Juan Bautista Pérez de Cabo,de José Navarro Sánchez y de Juan José Domínguez, que murieron en un paredón atravesados por las balas franquistas. Su delito, querer ofrecer al pueblo español una idea patriótica de hondas connotaciones sociales, aspirar a un nuevo sistema donde la empresa y la tierra fuesen de quienes directamente las trabajan, donde la banca fuera nacionalizada y donde no hubiera más nobleza que la del trabajo.

Los planteamientos de la revolución nacional-sindicalista chocaban abiertamente con la inspiración reaccionaria y derechista de una dictadura que formalmente se apropió la Falange para utilizarla como coartada en beneficio de los de siempre.

Dentro de aquella confusión, hubo algunas calles y monumen­tos que se dedicaron a José Antonio y a otros personajes de la Falange de la anteguerra. Quizás en muchos pueblos ni siquie­ra supieran el porqué de tales nombres. El desconocimiento doctrinal era mayúsculo y aquello obedecía más a lo que en aquel momento se llevaba.

Hoy, con la perspectiva de más de tres décadas desde la muerte de Franco, resulta chocante que una corporación municipal pierda el tiempo en borrar del callejero parte de nuestra historia.

Quizás estemos ante un ejercicio de amnesia colectiva dirigida desde los poderes públicos. O puede ser que quieran privar del conocimiento de determinados personajes o ideas que sin ninguna duda pueden ser nocivas para las generaciones venideras.

Lo más seguro es que en la Po­bla de Vallbona el ayuntamiento haya resuelto ya todos los problemas de sus ciudadanos y ahora pueda perder el tiempo recreándose en la eliminación de la historia contemporánea de España. Seguramente, los colegios de la Pobla no tendrán ninguna carencia ni se pueden mejorar más de lo que están, ni el urbanismo, ni el medio ambiente, ni el desempleo, ni la inseguridad ciudadana, ni la asis­tencia sanitaria. Todo debe funcionar a las mil maravillas para que, en este ejercicio de eliminación histórica, los herederos del franquismo puedan fusilar de nuevo a José Antonio y a la Falange (sin balas, pero con saña).

También he podido leer en su diario la noticia de que se presen­tan a las elecciones generales determinados grupos de extrema derecha entre los cuales, erróneamente nos incluye el redactor. Falange Española de las JONS es un movimiento revolucionario patriótico alejado de las consabidas posiciones tanto izquierdistas como derechistas. Nuestras ideas están en las antípo­das de lo que cualquier ultrade­rechista puede enarbolar co­mo suyas. Por eso le pido que no generen confusión al respecto y que en la medida de sus posibilidades no generen confusionismo sobre lo que somos, pues esperamos que como periodistas tengan un poco más de conocimiento histórico y mejor voluntad que los políticos que nos toca padecer. No nos fusilen ustedes tampoco.


JESÚS DE PAREDES TERUEL

Responsable territorial de FE de las JONS.

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